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LA CRUCIFIXIÓN DE JESÚS EN EL CORÁN
A diferencia de lo que mucha gente pueda pensar, el islam no tiene una visión negativa sobre Jesús, sino todo lo contrario. Jesús, o también llamado Isa en su traducción al árabe, era un mensajero de Allah según el Corán. En lo que difiere el islam con el cristianismo en torno a la figura de Cristo es principalmente su naturaleza, pues los cristianos apostólicos y una mayoría de protestantes creen que en Jesús hay una hypóstasis (o persona) con dos naturalezas o physis, una humana y otra divina consustancial al Padre y al Espíritu Santo. El hecho de que comparta esta esencia divina hace que Jesús sea digno de adoración, pues el mismo se convierte en Dios según la tradición latina o simplemente en Hijo de Dios siguiendo la teología oriental. El islam condena tajantemente esta doctrina, así el Corán (C) 4:171 dice: “Ciertamente el Ungido [o el Mesías], hijo de Maryam, es el mensajero de Allah, Su palabra depositada en Maryam y un espíritu procedente de Él. Creed, pues, en Allah y en Su Mensajero y no digáis tres [referencia a las tres personas de la Trinidad]; es mejor para vosotros que desistáis”; C 5:17: “Han caído en incredulidad los que dicen que Allah es el Ungido, hijo de Maryam”; C 5: 72: “Realmente han caído en incredulidad quienes dicen: Allah es el Ungido, hijo de Maryam. Cuando fue el Ungido quien dijo a los hijos de Israel: ¡Adorad a Allah! Mi Señor y el vuestro. Quien asocie algo con Allah, Allah le vedará el Jardín y su refugio será el Fuego. No hay quien auxilie a los injustos”; C 5:116: “Y cuando Allah dijo: ¡Isa, hijo de Maryam! ¿Has dicho tú a los hombres: Tomadme a mi y a mi madre como dioses aparte de Allah? Dijo: ¡Gloria a Ti! No me pertenece decir aquello a lo que no tengo derecho! Si lo hubiera dicho, Tú ya lo sabrías. Tú sabes lo que hay en mí, pero yo no sé lo que hay en Ti. Es cierto que Tú eres el Conocedor de lo más recóndito”.
Ello no quiere decir que Jesús sea un profeta más dentro de la revelación islámica, ni mucho menos, de hecho como hemos podido ver arriba en C 4:171 a Jesús se le identifica como la palabra de Allah, un espíritu de Él y el Mesías. Además, nace a través de una madre virgen, Maryam (la virgen María) lo que le hace más especial aún. De hecho, se menciona en un mayor número de ocasiones a Jesús que a Muhammad en el Corán, por lo que podemos concluir en un primer nivel que verdaderamente Jesús no es un profeta más para los musulmanes, sino que posee unas connotaciones muy únicas. Tanto es así que la escatología islámica proclama que volverá Jesús en el final de los tiempos, catalogándose a Jesús como una señal de la Hora del Juicio Final, véase C 43:61; verso en el que Ibn Kathir, uno de los comentaristas medievales más famosos del Corán, afirma que: “Something similar was also narrated from Abu Hurayrah, Ibn `Abbas, `Abu Al-`Aliyah, Abu Malik, `Ikrimah, Al-Hasan, Qatadah, Ad-Dahhak and others. Many Mutawatir Hadiths report that the Messenger of Allah ﷺ said that `Isa will descend before the Day of Resurrection as a just ruler and fair judge”).
Una vez aclarado esto, haré mención a lo que he venido expresamente, que es mostrar mis inquietudes respecto de la crucifixión o no crucifixión de Jesús en el Corán. No voy a dar una respuesta final puesto que no creo que haya manera de saber qué interpretación del texto coránico es la más acertada hasta el momento, lo que no quiere decir que llegue a publicar próximamente un artículo con mis conclusiones finales sobre el tema. Por ello, en este artículo voy a presentar lo que se conoce en epistemología y en la teoría del razonamiento jurídico como el contexto de descubrimiento que hay en mi mente ahora mismo sobre este tema.
La mayoría de musulmanes creen que Jesús no fue crucificado y que tampoco murió, pero como he dicho, esta es la opinión simplemente mayoritaria. Esta creencia se apoya en el siguiente versículo del Corán 4:157:
That they said (in boast), "We killed Christ Jesus the son of Mary, the Messenger of Allah";- but they killed him not, nor crucified him, but so it was made to appear to them, and those who differ therein are full of doubts, with no (certain) knowledge, but only conjecture to follow, for of a surety they killed him not:-
وَقَوْلِهِمْ إِنَّا قَتَلْنَا ٱلْمَسِيحَ عِيسَى ٱبْنَ مَرْيَمَ رَسُولَ ٱللَّهِ وَمَا قَتَلُوهُ وَمَا صَلَبُوهُ وَلَـٰكِن شُبِّهَ لَهُمْ ۚ وَإِنَّ ٱلَّذِينَ ٱخْتَلَفُوا۟ فِيهِ لَفِى شَكٍّۢ مِّنْهُ ۚ مَا لَهُم بِهِۦ مِنْ عِلْمٍ إِلَّا ٱتِّبَاعَ ٱلظَّنِّ ۚ وَمَا قَتَلُوهُ يَقِينًۢا ١٥٧
Corán 4:157 traducción de Yusuf Ali
De los versículos anteriores al citado (C 4:150-156) es obvio que quienes afirmaron que mataron a Jesús eran los judíos, a los que el Corán acusa de matar profetas y de calumniar contra María, la madre de Jesús, apuntando a la Virgen de haber cometido adulterio (una acusación que encontramos en la literatura judía, por ejemplo en el Sanedrín 67a en el Talmud Babilónico). Una primera lectura aislada del versículo transcrito arriba nos puede llevar a concluir que el Jesús islámico no solo no murió, sino que tampoco fue crucificado. Sin embargo, existe dentro de la exégesis coránica tradicional muchas divergencias respecto de lo que quiere decir este verso (C 4:157) aun con la salvedad de que hay un consenso entre los eruditos sunníes tradicionales de que al menos se puede saber con certeza de que Jesús no murió, sino que Dios lo ascendió a los cielos.
Entre las interpretaciones que existen, la más seguida argumenta que C 4:157 rechaza no solo la muerte de Jesús, sino también su crucifixión. Otros dicen que realmente Jesús fue crucificado, pero que no murió, salvándose por tanto, de la muerte en la cruz. Los que se acogen a la doble negativa de crucifixión y muerte dicen que cuando el Corán afirma que la crucifixión de Jesús en realidad fue aparente defienden la teoría de la sustitución, seguida por prominentes comentaristas del Corán como Ibn-Abbas, Al-Tabari y el ya citado Ibn Kathir, consistente en que fue otro el que ocupó el lugar de Jesús en la cruz. Los citados autores dicen que Jesús preguntó a sus discúpulos, que estaban reunidos, cuál de ellos se quería ganar un puesto en el paráiso a través de sustituirle en la crucifixión. Uno de ellos aceptó la propuesta, un tal Sergius según Ibn Ishaq. Otra forma de ver la teoría de la sustitución es que no fue un seguidor de Jesús el que fue crucificado, sino Judas, que también es una figura reconocida por los musulmanes como traidor de Jesús; esta perspectiva de la sustitución es la que se sigue en Tafsir Muqatil.
En la actualidad la teoría de la sustitución perdura dentro de las polémicas exegéticas y de hecho sigue siendo la postura mayoritaria en los países musulmanes, pero con la llegada de la modernidad se han planteado hipótesis que rompen con lo que se observa en la tradición islámica sobre 4:157, así se puede observar en la visión del modernista musulmán Ahmad Khan que cree que Jesús fue crucificado pero que sobrevivió a la crucifixión, siendo asunto a los cielos posteriormente. Una de las razones por la cual hay ya varios musulmanes que apelan a la crucifixión pero no muerte de Jesús se debe a los problemas teológico-históricos que ello plantea, debido a que el consenso de los eruditos de historia antigua y del Nuevo Testamento aceptan la crucifixión de Jesús como un hecho indiscutible. La crucifixión y muerte en la cruz de Jesús de Nazaret no es algo solamente aceptado por académicos creyentes, por si el lector se muestra escéptico de la realidad de este consenso, sino que incluso los autores más críticos creen la crucifixión como una realidad histórica como cualquier otra, véase a Antonio Piñero, Paula Frediksen e incluso el mismísimo Bart Ehrman (este profesor ha dedicado gran parte de su trabajo a refutar las grandes premisas de la fe cristiana). Por tanto, decir que el Corán niega la muerte y crucifixión de Jesús podría ser un error histórico del libro sagrado de los musulmanes por lo que algunos creyentes de esta misma fe le ha dado nuevas interpretaciones a 4:157 aceptando la crucifixión pero negando la muerte de Cristo en la cruz. Otros, por el contrario, apuestan por una lectura más amplia de este mismo verso y piensan que Jesús murió crucificado. Es más, una corriente islámica chiita denominada ismaelismo apuesta por la muerte en la cruz, de Jesús desentendiéndose de la posición musulmana sunní; si se quiere investigar más en profundidad el significado de la crucifixión de Jesús para los ismaelitas recomiendo la lectura del artículo ““They Killed Him Not” The Crucifixion in Shi‘a Isma‘ili Islam” del Dr. Khalil Andani.
A día de hoy los orientalistas occidentales han evaluado de manera crítica la exégesis tradicional islámica de la no crucifixión de Jesús en el Corán. Entre estos autores críticos caben mencionar a Gabriel Said Reynolds, Todd Lawson, Suleiman A. Mourad, entre otros. La argumentación que ellos siguen para defender que realmente el Corán afirma la crucifixión de Jesús es la siguiente.
El Corán hace alusión de la muerte de Jesús en varios versículos, de manera directa en 3:55, 5:117, 19:33, 4:157-158 y de manera indirecta en 5:17. Los versos más importantes de la defensa de esta postura dicen lo siguiente:
God said, ‘O Jesus, I will make you die (mutawaff īka), raise you up to me (rāfi’uka ilayya), purify you from those who disbelieved, and lift those who have followed you above the disbelievers until the Day of Resurrection, then you will all return to me.
Corán 3:55, traducción de Said Reynolds
And when God will say: “O Jesus, did you say to men, Take me and my mother for two gods besides God?” He will reply: “Glory be to Thee! it was not for me to say what I had no right to say. If I had said it, Thou wouldst indeed have known it. Thou knowest what is in my mind, and I know not what is in Thy mind. Surely Thou art the great Knower of the unseen. I said to them naught save as Thou didst command me: Serve God, my Lord and your Lord; and I was a witness of them so long as I was among them, but when Thou didst cause me to die (tawaffaytanee) Thou wast the Watcher over them. And Thou art Witness of all things.”
Corán 5:116-117, traducción de Khalil Andani
Peace on my the day I was born, and the day I die, and the day I shall be raised alive!
Corán 19:33, traducción de Pickthall
Siguiendo estas traducciones pare muy claro que Jesús verdaderamente morirá bajo la responsabilidad divina y que su alma será posteriormente asunta a los cielos. Sin embargo, los traductores y comentaristas musulmanes tienen varios problemas con las traducciones aquí presentadas. En C 3:55 y 4:157 el verbo que se traduce como “make you die” es tawaffā, un verbo que aparece en el Corán veinticinco veces de las cuales dos de ellas son aplicadas a Jesús. De esas veintitres veces en las que utiliza tawaffā todas ellas se traducen como “causar la muerte”, “separar el alma del cuerpo” y otras formas por el estilo. Los críticos que he mencionado se cuestionan por qué habría que usar tawaffā de una manera distinta a las usadas las otras más de veinte veces, esto se explica según los orientalistas escépticos debido a que los exegetas clásicos acomodaron toda forma de ver estos versículos siempre de manera que se respeten las conclusiones que cuentan con que Jesús no murió verdaderamente. Aún con ello entonces uno debería de pensar, siguiendo la visión no tradicional, que el Corán debe de tener una contradicción pues 4:157 dice de manera clara que Jesús ni murió ni fue crucificado, pero esto no es lo que verdaderamente piensan los coranistas occidentales. Lo que dice 4:157 realmente no es que Jesús no fuese crucificado o muriese sino que simplemente no fueron los judíos los responsables de ello, sino que fue aparente para los mismos que fue así. No se niega el hecho de la muerte y crucifixión, sino la responsabilidad de los judíos en el final de la vida de Cristo.
Entonces, según esta visión, ¿quién mató a Jesús?. Una posición teológica seguida tanto por musulmanes, judíos y cristianos es que Dios es el que tiene la última palabra sobre quién vive y quién muere. Si alguien fallece es porque Dios quiso, es decir, Dios dejó morir a alguien debido a que tenía razones morales suficientes para ello. Esta perspectiva teológica es aceptada en el propio Corán en 3:145 y de manera más específica en el caso del Mesías en 5.17: “They indeed have disbelieved who say: Lo! Allah is the Messiah, son of Mary. Say: Who then can do aught against Allah, if He had willed to destroy the Messiah son of Mary, and his mother and everyone on earth? Allah's is the Sovereignty of the heavens and the earth and all that is between them. He createth what He will. And Allah is Able to do all things”. Por tanto, cuadra perfectamente la exégesis de Said Reynolds y demás con respecto a lo que 4:157 quiere decir. Esto se refuerza con otros dos argumentos de apoyo. Primero, los paralelismos que existen entre 5:117 y 4:157-158, en el verso 117 se proyecta que Jesús muere y posteriormente Jesús sube a los cielos en 157-158 siguiendo la visión de Reynolds se niega la responsabilidad judía debido a que Dios es el rey de la vida y decide cuando acaba, por lo que él es el verdadero responsable y posteriormente sube a Jesús a los cielos (4:158); otro paralelismo se ve en 19:15 y 33 pues cuando Jesús predice su muerte en el versículo 33 se utiliza la misma estructura y vocabulario que en el versículo 15 que habla de la muerte de Juan el Bautista por lo que se puede intuir que le esperan destinos similares (con las salvedades escatológicas que se hayan en la cristología coránica). Un segundo argumento de apoyo es que en 4:155 se acusa a los judíos de matar profetas y dos versículos después aparece una escena de los judíos poníendose medallas de la muerte de Jesús (un profeta para los musulmanes) con la consiguiente ambiguedad de que Jesús fuese o no crucificado según el Corán. Este último argumento nos puede llevar a concluir que es muy probable que verdaderamente 4:155-158 quiera decir que ciertamente Jesús fue crucificado a manos de los judíos pero siempre bajo la voluntad divina, siendo Dios el responsable mediato de su muerte.
He de decir que me sentí bastante convencido por esta alternativa “progresista” de la interpretación que se daba a 4:157. Aunque posteriormente me mostré bastante escéptico con estas nuevas exégesis venidas del orientalismo de las universidades occidentales, me parecía bastante forzado y contraintuitivo representar este famoso versículo de la manera en la que la hacían estos académicos. Sin embargo, finalmente acabé convencido. Esto fue hasta que leí un gran artículo de Louay Fatoohi titulado “The Non-Crucifixion Verse: A Historical, Contextual, and Linguistic Analysis”. Aquí el autor defiende la postura tradicional islámica de manera bastante inteligente. Entre sus argumentos hay dos que me parecen bastante interesantes. El primero de ellos consistente en las respuestas de los cristianos al contacto con la teología islámica; hay fuertes evidencias de que los cristianos eran interpelados por los musulmanes en discusiones relativas a la crucifixión de Jesús. Una de las fuentes más famosas puede ser la obra de san Juan Damasceno (675-749) en la que el mismo se ocupa de atacar a los “herejes ismaelitas” (san Juan no creía que el islam era una nueva religión sino una herejía cristiana) discutiendo la visió musulmana de la crucifixión, pero más notable aún es la información del siguiente párrafo que Fatoohi trae a coalición:
The earliest possible Christian reference to the Muslim belief about the crucifixion comes from Sophronius, the Patriarch of Jerusalem. Writing around 636/637 CE, he criticised the Saracens for many reasons, asking, “Why is the cross mocked?”7 Probably the earliest unambiguous account is found in the short pseudonymous text The Apocalypse of Shenute, which may be dated to 690 CE. This document refers to the “children of Ishmael” as “those who deny my sufferings, which I accepted upon the cross.”
Como se aprecia en la cita anterior, la percepción que tenían los primeros cristianos que tuvieron contacto con los musulmanes certifica que la predicación islámica más temprana estaba acorde con la exégesis tradicional islámica lo que hace probable que estas predicaciones sean extraídas de los dichos de Muhammad a la hora de explicar la Revelación.
Otro argumento de Fatoohi, para mí el más potente, es que no se logra explicar de manera convincente la compatibilidad de la muerte y crucifixión de Jesús con C 5:110, que dice: “[...] Y por haberte protegido de los hijos de Israel, cuando fuiste a ellos con las pruebas claras y los que de ellos se habían negado a creer dijeron: Esto no es mas que magia evidente”. Si se acepta que esta referencia a la protección de Jesús por parte de Dios de los ataques de los judíos se refiere al intento de los mismos de matar a Jesús obtenemos una lectura complementaria y consistente del Corán respecto de la crucifixión de Jesús. Y es que a los que defienden la teoría que afirma la crucifixión de Jesús en el Corán, se les puede preguntar de manera bastante genuina como logran explicar 5:110. Una posible respuesta sería que Dios protege a Jesús de los judíos no dejando la responsabilidad final de su muerte sobre ellos, sino sobre Dios mismo, dando a entender que Dios permitió que su muerte se diera de esta manera como un martirio, una muerte gloriosa. La mención de los mártires en el camino de Allah no es ajeno al Corán, podemos ver referencias explícitas de aquellos que mueren por la causa de Allah (C 3:168 y 2:154, por ejemplo).
Yo no me veo muy convencido por esta respuesta pues el término usado por el Corán para decir que Dios protegió a Jesús de los hijos de Israel es kaffa, cuya aparición verbal en el Corán se refiere en todas las ocasiones (ocho, incluyendo 5:110) como Dios impidiendo que los infieles llegasen a dañar físicamente a los musulmanes (C 4:77, 5:11, 21:39, etc). Entonces se necesita una contraofensiva alternativa si se quiere mantener la tesis de la sí crucifixión.
En el Corán podemos ver que existe cierta vaguedad contextual, es decir, que existe ciertas aserciones cuya comprensión debe realizarse extra-coránicamente por lo que se puede hacer una lectura del Libro a través de otras fuentes. Entre estas fuentes se encuentran las más tradicionales en las religiones monoteístas: la tradición, el consenso y en el caso de los musulmanes especialmente, los dichos de Muhammad y sus seguidores más cercanos. Los académicos seculares y algunos eruditos musulmanes creen que en ocasiones se debe de acudir a la Biblia para entender mejor ciertos pasajes ambiguos. En el Islam se cree que antes del Corán hubo otros dos libros revelados por Dios, la Torá y el Evangelio, pero que posteriormente los judíos y cristianos fueron corrompiéndola, lo que no quita que exista en dichas escrituras aún parte de la revelación. Tanto es así, que el Corán invita a que miremos en los textos judíos y cristianos, pues ellos profetizan supuestamente a Muhammad (C 7:157). Estas son las razones por las cuales los musulmanes creen que existen tantas historias bíblicas dentro del Corán, los académicos por otro lado creen que estas fueron fuentes de inspiración para Muhammad en la constitución de su nueva religión. Un ejemplo de todo ello podemos encontrarlo en 4:155, pasaje cercano por cierto a 4:157. En 4:155 se acusa a los judíos de matar a los profetas, pero el Corán no habla de la muerte de ninguno de ellos a manos de los hijos de Israel. La Biblia sí da pistas de estas acusaciones que se encuentran tanto en los Evangelios como en las Cartas de Pablo, así como referencias implícitas en el Antiguo Testamento. Sobre este tema podría profundizar más aún, pero este no es el momento de hacerlo, solo quiero se quede la idea de la necesaria complementación exegética del Corán con las escrituras hebreas y cristianas. Aún así, es conveniente expresar las citas bíblicas que ayudan a comprender la acusación coránica contra los judíos por la muerte de los profetas:
The Old Testament describes the killing of the priest Zechariah, son of Jehoiada (2 Chron. 24:17-22), who is called a “prophet” in rabbinic writings (b. Gittin 57b), and the prophet Uriah, son of Shemaiah (Jer. 26:20-24). They are thought to have lived in the ninth century and the end of the seventh century BCE, respectively. The prophet Jeremiah, who was contemporary to Uriah, also came close to facing death (Jer. 26:11). We also find passing references to the killing of multiple prophets in the ninth century BCE.
Louay Fatoohi
Esto demuestra la necesidad hermenéutica del subtexto bíblico implícito en el Corán. Por ello, algunos autores como Said Reynolds creen que 5:110 se puede interpretar desde algunos pasajes que aparecen en el Evangelio de Juan donde claramente se hace referencia de que los judío intentaron matar a Jesús varias veces antes de su crucifixión. En Juan 8:20 se dice que nadie pudo impedir que Jesús diera las imponentes afirmaciones de su afinidad familiar con Dios Padre en conversación con los fariseos y esta imposibilidad de hacerle daño a Cristo era porque “aún no había llegado su hora”. En Juan 8:37 también habla Jesús diciendo: “Yo sé que ustedes son descendientes de Abraham, pero tratan de matarme porque mi palabra no penetra en ustedes”; otra interesante cita al respecto es Juan 5:17 donde los judíos pretenden matar a Jesús porque se hacía igual a Dios y en Juan 8:59 los judíos intentaron apedrear a Jesús. Entonces teniendo en cuenta esto más el hecho de que siete versos después de 5:110 la traducción más probable de 5:117 implica la muerte de Jesús, nos lleva a tener la alternativa de la sí crucifixión en el Corán como probable.
He presentado la crucifixión de Jesús en el Libro Sagrado de los musulmanes desde una corriente tradicional propia del islam más conservador y su antítesis en el terreno académico. Si bien los orientalistas han presentado buenos argumentos para defender que el Corán realmente afirma la crucifixión de Jesús, es innegable que tras más de 1300 años de historia es improbable que los eruditos islámicos hayan podido caer en un error tan grave respecto del fenómeno que venimos discutiendo y de hecho yo no estoy muy seguro de que se hayan equivocado, esto se debe a la suma ambigüedad del texto que permite sacar conclusiones diferentes y completamente contradictorias. Con todo, la crucifixión (o no) de Jesús en el Corán queda como un misterio del que aún no puedo trasladar una hipótesis lo suficientemente explicativa de los diferentes pasajes analizados en este artículo.
Bibliografía:
- Fatoohi, L. (2023). The Non-Crucifixion Verse: A Historical, Contextual, and Linguistic Analysis. American Journal of Islam and Society, 40(1-2), 39-76.
- Andani, K. (2011). They Killed Him Not: The Crucifixion in Shi'a Isma'ili Islam.
- Reynolds, G. S. (2009). The Muslim Jesus: dead or alive?. Bulletin of the School of Oriental and African Studies, 72(2), 237-258.
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